El Internet de las Cosas promete un futuro hiperconectado

Internet de las Cosas

Internet se ha convertido en una parte fundamental de nuestra vida cotidiana. Todos mandamos whatsapp diariamente o hacemos búsquedas en Google a través de diversos dispositivos: móviles, ordenadores o tablets. Según el Instituto Nacional de Estadística, los usuarios de Internet se han incrementado en los últimos años y en 2019 un total de 31,7 españoles lo utilizan. Por ello, ‘la red de redes’ se ha convertido en algo realmente generalizado que no para de evolucionar y cambiar nuestras vidas. El Internet de las Cosas es una de estas revoluciones, continúa leyendo y conocerás qué es y en qué puede afectar tu vida.

Internet es algo apasionante. Va a repercutir profundamente en nuestra sociedad.

Steve Jobs

¿Qué es y cómo funciona el Internet de las Cosas (IoT)?

El Internet de las Cosas o IoT –por sus siglas en inglés ‘Internet of Things’– se trata de la interconexión a través de Internet de dispositivos informáticos integrados en objetos cotidianos, lo que les permite enviar y recibir datos. En otras palabras, son todas aquellas cosas con las que convivimos a diario y que antes no estaban conectadas a la red: electrodomésticos, vehículos, ropa, máquinas, etc.

Para implantar de manera generalizada el IoT a nivel mundial son necesarios dos requisitos: dispositivos equipados con el hardware necesario para conectarse a Internet y una infraestructura que lo soporte.

En la actualidad, nos rodeamos, sin darnos cuenta, de una gran cantidad de dispositivos de IoT. Ya son muchas las compañías que se han subido a este carro y producen dichos dispositivos como termostatos, interruptores de luz, cerraduras, cámaras de seguridad, algunos electrodomésticos, vehículos autónomos, etc.

Un futuro hiperconectado

Según un artículo de ‘La Vanguardia’, se prevé que en 2020 haya cerca de 31.000 millones de dispositivos IoT en funcionamiento en todo el mundo. Cada vez más personas adquirirán objetos IoT e irán involucrándose en la tendencia de la casa inteligente. Esto supone mayor seguridad y protección para el usuario. Por ejemplo, los sensores pueden alertarnos rápidamente sobre escapes de gas, allanamientos o incendios.

Riesgos del IoT

Estos dispositivos también recogen información sobra nuestras rutinas. Por ello, debes hacerte esta pregunta: ¿qué es más valioso, tu comodidad y seguridad o tu intimidad?

“La información es poder”. El Internet de las Cosas supone un avance muy importante en nuestra forma de vivir y de comunicarnos. No obstante, la otra cara de la moneda puede llegar a ser preocupante. La cantidad de datos que generamos con el IoT abre la puerta para que gobiernos y empresas tengan mayor control sobre lo que decimos o hacemos.

Después de la lectura, te recomendamos que reflexiones y saques tus propias conclusiones sobre el IoT. ¡Nos vemos en el siguiente post!